La vida nos da regalos
Sí, las personas muchas veces son como regalos que llegan a nuestras vidas
Esto lo escribí a la memoria de Elvira Dervez Díaz en 1994:
"Señor,
¿Adónde van los sueños?
¿Adónde va mi alma?
¿Adónde van los muertos?
Paredes verdes, corredores, vendas; pero más que nada, fue la venda, ver sus manos, su afán de servir lo que me hizo recordar, y no es que me la haya traído a la mente. No, su recuerdo está dentro de mí y no viene, solamente despierta.
Y entonces, siento esa sensación que no sé describir; y me pregunto... ¿Todos los hombres sentirán esa necesidad de sus muertos? O es que simplemente los entierran y los van olvidando poco a poco."
Sí, esto se lo escribí a Elvirita. Es el ser humano que más he admirado en la vida. Ella vivía feliz en una vencindad y toda la gente que la conocía le guardaba gran aprecio. Fue obrera toda su vida hasta que se jubiló. Pienso que nunca leyó un libro y por supuesto no asistió a clases de yoga o meditación. Sin embargo es la persona con más desarrollo espiritual que yo he conocido. Me llena de amor y entusiasmo haberla conocido.
Fotos, arte, poesía y diarios
domingo, 30 de octubre de 2011
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