Fotos, arte, poesía y diarios

domingo, 28 de junio de 2009

Nueve veces el asombro

Mogador

Ciudad del placer

no existe y existes

te llevo dentro


Mogador

la de los laberintos

"la ciudad del deseo"


Sibilina





Compré Nueve veces el asombro de Alberto Ruy Sánchez el 29 de diciembre de 2005 en el "El Péndulo" de la calle Alejandro Dumas, en la Ciudad de México.

Luego nos fuimos a ver "Broken flowers" de Jim Jarmusch con Bill Murray, Sharon Stone y Jessica Lange, (sí la del King Kong de fines de la decada de los 70 del siglo XX. J. Lange después probaría su talento en Frances. En esa película representa a una actriz famosa que, un día, decide que no le satisface ese tipo de vida y decide dejarlo todo. Su madre ante semejante "sinsentido" la interna en un hospital psiquiátrico. Ésta película además retrata algunos aspectos de la vida de Frances Farmer).

En la cafetería de esos cines de arte estuve hojeando fascinada Nueve veces el asombro. También leí, entusiasmada, algunas partes a Martha F. T.

"Mogador" es un mundo con sus propias reglas, lejanas a nuestra concepción de lo real. Más de una persona ha querido estar ahí. Nueve veces el asombro es para mí indescriptible, por ahora sólo puedo decir que es profundo sensual y erótico.

Esto fue lo que escribí en mi diario aquel día en que estaba a punto de terminarse el año 2005.

"Resulta que encontré algo que verdaderamente llenó mis sentidos, por lo tanto, estoy eufórica y desperté de ese sonambulismo en el que vivo. Es un libro de Alberto Ruy Sánchez que se llama Nueve veces el asombro. Se desarrolla en Mogador, una ciudad cuyos habitantes nacen tatuados con signos que pronostican su destino. Llevan, además, grabados en piel "trozos de leyendas escondidas entre los dedos de las manos y los pies, cartas de amor y poemas, muchos poemas". Me siento feliz porque en este momento tengo un escritor favorito.

A continuación transcribo una cita: "Piensa sólo con su sexo. Es algo que se dice en Mogador de muy pocas personas para dar a entender que son mujeres u hombres excepcionalmente brillantes, de inteligencia sutil, abiertos, penetrantes, osados, lúcidos y nada egoístas con sus amantes."

Estos últimos párrafos están fechados el 29 de diciembre de 2005 y las citas las encuentran en las páginas 85 y 125 respectivamente de Nueve veces el asombro de Alberto Ruy Sánchez, Editorial Alfaguara. México 2005. Es un libro que creo puede conseguirse en muchos lugares de habla hispana, y también en Miami.

Hasta la próxima. Espero les guste mi ilustración, yo disfruté mucho haciéndola.

miércoles, 24 de junio de 2009

¿Será esto el mar?


Comí sopa de cebolla, pollo con una salsa de champiñones y arroz con leche en compañía de mi amiga Lety . No llevaba cámara para retratar las copas de los árboles que se ven desde el tercer piso del edificio donde vive, ni para fotografiar su colección de sombreros, algunos extraños y locos; los cuales forman parte de la decoración tan singular de su casa.


Sabía que Lety había vivido en Valle de Bravo varios años y participado en El Tlacuache, un periódico mensual y muy original, que se publicó durante diez años en Valle de Bravo (Estado de México). Sabía que estudió letras francesas en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). "¿Acaso hay otra?", dice Manuel La Morsa; lo cierto es que para estudiar carreras humanísticas no hay otra mejor universidad en la Ciudad de México. En cuanto a ciencias no lo sé, pero si lo dice La Morsa por algo será.


Tenemos un sello distintivo los que fuimos a la UNAM, quizá fue tanta libertad, tanto arte al alcance de nuestras manos.


Pero estaba hablando de mi amiga. Sé también que tradujo del francés una novela en primera persona que se llama La india de Cortés (Escrita por Carole Achache y publicada en 2004 por el Fondo de Cultura Económica). Claro, tenía que ser una extranjera y mujer la que escribiera esta "autobiografía" tan profunda y humana sobre La Malinche, este ser tan repudiado por todos los que hemos nacido en este país. Tenemos un defecto los mexicanos: Siempre dividimos a los personajes históricos en "buenos" o "malos". ¡Que visión tan limitada y maniquea! Decía Carlos Romero, mi maestro de preparatoria. También sé que Leticia Hülsz es la mejor correctora de estilo que yo conozco, ¡no se le va una!


Lo que no sabía, en once años de conocerla, es que escribe poesía erótica. La UNAM publicó en 1985 un poemario que se llama ¿Será esto el mar?, en el que ella participa junto con tres autoras más.


¡Pero, Pilar, ya al grano!


Y aquí les va una muestra de su prosa poética:


"Sola ya, despaciosa, me lleno de tus besos. Sonrío ante el espejo, gesto tantas veces repetido. Hay un rubor que me delata. Mi cabello húmedo y castaño se desliza a la par de los caracoles cenizos de tu pelo. Siento tu risa en el cuello, tu respiración al oído, levanto mi rostro para sentirte próximo. Mi suéter huele a tu loción de vándalo.


Me quito las medias y veo mis piernas deformes en el cristal: anchas, largas, abarcando el espacio. El nylon es un mero simulacro del tacto. Mis pechos se yerguen buscando un sol enrojecido, el surco hondo que los separa guarda aún el olor de tu piel.


Estar contigo es algo más que estar contigo, es este estar conmigo, mi suave piel, mi compañía, mi cuerpo otra vez solo reconociendo la distancia de mi ombligo a mi triángulo. Dejo que mi mano cuide la selva. Palpo lo frío de las sábanas en el atardecer ambarino y metálico".


Escrito por Leticia Hülsz Piccone


Lety prometió prestarme algunos poemas eróticos más recientes e intensos. Yo prometo sacar fotos para esta entrada. Por lo pronto pondré una foto de uno de mis árboles preferidos, que tomó y me regaló mi amigo Alejandro Cortés.



sábado, 20 de junio de 2009




Luna lunera cascabelera

Un amigo
me regalo una luna
no era la luna entre tinacos
de aquella noche
ni la vista de desde esa celda
que no era un monasterio
ni la luna con un hada que retraté

Y yo Sibilina
bailo desnuda acariciada por su luz

Pilar Doporto

Nota: todos los poemas publicados aqui tienen derechos de autor, por favor si los bajas no olvides poner el nombre del autor.



jueves, 11 de junio de 2009






















Sueño de una tarde de verano en Coyoacán

o

Flautista y danza callejera

El barrio de Coyoacán en la Ciudad de México me cautivó desde la adolescencia; cuando nos escapabamos ahí en el coche del hermano Martha F. T., quien le decía a éste que sólo iba a la tienda y se tardaría como 15 minutos. Más de una vez, lo dejamos vestido y alborotado y a su novia esperando por él; y nosotras junto con Vero y Sandra, felices en Coyoacán.

Ahora Coyoacán está lleno de puestos y me da tristeza verlo así, con todo; no ha perdido su encanto.



Me acuerdo que una vez había unos monjes con túnicas naranjas, me imagino que eran tibetanos. Bailaban y cantaban diciendo "Hare Krishna" nosotras bailamos felices con ellos y también otros jóvenes. Martha F., no entendía muy bien y decía "Merry Christmas", hasta la fecha nos reímos de eso. Despúes dejé de ver a Martha F. por años, un día toqué a su puerta y sin saludarla le dije: ¿Me acompañas a Coyoacán? Me dijo: "Sí" y nos fuimos con dos gringos super divertidos, gays y con doctorado en historia de México.




De adolescente siempre quise hacer un "espectáculo" callejero en Coyoacán y esta vez cumplí el sueño. Me acompañaron el flautista Uriel Agustín Ruiz López, quien además estudia biología en la UNAM; Manuel como fotógrafo y, bueno claro, la bailarina de danza contemporánea fui yo. Fue super divertido. Me gustaba ver a las familias pasar. Algunas veces los niños sonreían y los padres pasaban sin ver y otras veces era al revés. Nos divertimos de lo lindo. Cuando terminamos, una señora me llamó y me regaló un dibujo que hizo su esposo a lápiz; al que tituló: "El flautista y su bailarina" Fue un regalazo.

Échenle un ojo al siguiente video.




sábado, 6 de junio de 2009

Cambalache







Cambalache

Hace algunos días visité dos librerías de viejo. Llevaba varios libros en dos bolsas de esas con las que se va al mercado. Usé el metrobús y caminé por la calle Álvaro Obregón hasta casi llegar a la esquina de Orizaba. Casi en contra esquina de Casa Lamm, están las librerías El Ático y A través del espejo. En la primera el librero escogió algunos de los libros que me había dado H., y me pago 50 pesos por ellos. Pero mientras estaba alli, descubrí lo que me pareció un tesoro: un libro llamado Primeras novelas europeas. ¡Con lo que me gustan las historias de caballeros andantes, damas y magos! Me lo vendieron a 20 pesos, porque tenia unas hojas rotas. Luego al salir vi unos cuentos de Óscar Wilde y salí con El gigante egoísta y otros cuentos, libro que costó 20 pesos. Por cierto hay más ejemplares. Ah, guardé unos tres libros que consideré podían serle útiles a Elías H. y un diccionario de náhuatl para VM.

En la librería A través del espejo me compraron unos libros para aprender alemán que ya no tenían los casettes para practicar pronunciación y ocupaban mucho espacio para H. Pedí 150 pesos, me dieron 70 y me sentí contenta.


A la salida, una señora de edad mayor me contó que había vendido la colección de enciclopedias de su marido, quien ya había fallecido, por 800 pesos. Casi lloraba, le dije que en este tiempo ya casi nadie compra grandes enciclopedias porque ocupan mucho lugar y que quizá a alguien podían servirle esos libros. Le aconsejé que pusiera macetas con plantas o flores en el lugar donde antes tenía esos libros.
Me platico su vida y mientras, pasó un adulto mayor de rasgos indígenas que buscaba vendernos alegrías a 10 pesos. Tenían muchos cacahuates, pasitas, pepitas; y aunque mi ahora amiga quería regatear, yo compré con gusto algunas.
Tenía todavía 4 libros que nadie quería: libros viejos de computación y leyes. En otra librería me dieron cuatro pesos por dos de ellos. Lo que no pude vender fue un libro llamado PC/DOS, Versión 3.2, por razones obvias, y la Ley general de salud.
Caminando por Insurgentes, cerca de la parada Nuevo Leon del Metrobús, me encontré con un señor de largos cabellos negros, quien me pareció muy alivianado, y además vendía pulseras, collares, aretes, que él mismo fabrica y tienen un estilo especial. No pude resistir y compré un collar de semillas de Colorín y Framboyán por 45 pesos. Después de todo, había ganado con la venta de libros 124 pesos y ahora tenía un collar, dos libros y cinco alegrías.

viernes, 5 de junio de 2009






Un día poético




El 23 de mayo tuve la suerte de estar en un festival de poesía en la Ciudad de México, concretamente, en el Centro Cultural José Martí, que está a un costado de la Alameda.


Se presentaron tres grupos de poetas: Metáfora hoja de Poesía; Verso Destierro, y los Rodantes. El primero está dirigido por el poeta Víctor M. Muñoz, ellos publican una hoja de poesía y la regalan a la gente. El segundo, es una editorial que se auto define como "poesía para evolucionarte y ser" y la que lleva ahí la batuta, según entendí, es la poetisa Adriana Tafoya. Por otro lado, Los Rodantes son dos chavos que venden libros de viejo y el nombre de uno de ellos es Elías Herrera Andrade, quien me parece un poeta en toda la extensión de la palabra. Cabe decir, que todos los que participaron son autores que escriben poesía de gran calidad y muchos de ellos han publicado poemarios, o recibido premios y becas.


Tuve la oportunidad de platicar o por lo menos cruzar algunas palabras con poetas como Víctor M. Muñoz, Adriana Tafoya, Lucero Balcázar, Pedro Emiliano, Elías Herrera, Andrés Cisneros de la Cruz, Hugo Garduño. El Sr. Víctor, me dijo que cuando quisiera, él podía leer mis textos y darme su opinión, la cual considero que será muy valiosa. Adriana, me comentó que aunque no publican poemas para niños que le enviará mi trabajo y que con gusto lo revisaría. Lucero me dedicó su libro El loco así: "Para Pilar a la que le gusta la poesía erótica y sus consecuencias". Elías Herrera me envió por correo electrónico el poema que tanto me gustó.

Debo decir que tambien leyeron sus textos poetas como Estephani Granda Lamadrid, José Manuel Ruiz Regil, Guillermo Córdova y el otro chico "Rodante" de quien desconozco su nombre, y otros más, supongo. Las poesías estaban intercaladas por la música de Alfa Ruido, ellos tocan trova con guitarra acústica y eléctrica; suenan bien.


En la foto de entrada está Andrés Cisneros de la Cruz, recitando con toda pasión. Mañana voy a comprar su último poemario que se llama No hay letras para escribir tu epitafio, ya muero porque sea mañana. Lo venden en la librería El Laberinto, Donceles, Núm. 74


Observé a un muchacho que desde su bicicleta disfrutaba del festival. Tenía en la mano su Hoja de poesía. Platiqué con él. Me cuestionó acerca de que si la poesía podía transformar nuestro entorno; Me dijo algo así como "Ahora estamos vibrando con la poesía, ¿la poesía puede transformar a una sociedad? Le dije que no y que quizá olvidaríamos esta experiencia; sin embargo ahora pienso que una vez hechizados con la poesía, una y otra vez regresarremos a ella. También hablamos de política, me pareció una persona inteligente y sensible. Me dijo que el había cursado solo la primaria, y me preguntó de qué barrio yo era. También expresó algo así como "Ustedes que tiene estudios deben escribir" Le dije que él también podía.

Por ahora quiero poner un poema de Lucero Balcázar que está en su libro El loco, que es un poemario que habla de una historia de amor y los títulos de los poemas son los nombres de las cartas del Tarot. También tiene unas ilustraciones divinas y dice así:



"Sobre la piel de Loco
He escrito dibujado
Ido y venido
Poemas estrellas


Mi casa fue
sus entrepiernas

Tu falo
Fue mi micrófono
Mi lápiz
Mi pincel
Con tinta de semen
(y peor locura
es la de no arrepentirse
aunque el orgullo
nos esté tragando)
Y sin embargo tú
Fiel a tu oficio sientes que la virgen te habla
e impávido vuleves a mirar el cielo

Lucero Balcázar
Y va otro:
A Loco le encanta dar consejos
Y luego se pone a
Pescar estrellas
Silbando
Lucero Balcázar

lunes, 1 de junio de 2009

Hola

Hoy 1º de junio a las 18:17 horas cree este blog