Fotos, arte, poesía y diarios

miércoles, 24 de junio de 2009

¿Será esto el mar?


Comí sopa de cebolla, pollo con una salsa de champiñones y arroz con leche en compañía de mi amiga Lety . No llevaba cámara para retratar las copas de los árboles que se ven desde el tercer piso del edificio donde vive, ni para fotografiar su colección de sombreros, algunos extraños y locos; los cuales forman parte de la decoración tan singular de su casa.


Sabía que Lety había vivido en Valle de Bravo varios años y participado en El Tlacuache, un periódico mensual y muy original, que se publicó durante diez años en Valle de Bravo (Estado de México). Sabía que estudió letras francesas en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). "¿Acaso hay otra?", dice Manuel La Morsa; lo cierto es que para estudiar carreras humanísticas no hay otra mejor universidad en la Ciudad de México. En cuanto a ciencias no lo sé, pero si lo dice La Morsa por algo será.


Tenemos un sello distintivo los que fuimos a la UNAM, quizá fue tanta libertad, tanto arte al alcance de nuestras manos.


Pero estaba hablando de mi amiga. Sé también que tradujo del francés una novela en primera persona que se llama La india de Cortés (Escrita por Carole Achache y publicada en 2004 por el Fondo de Cultura Económica). Claro, tenía que ser una extranjera y mujer la que escribiera esta "autobiografía" tan profunda y humana sobre La Malinche, este ser tan repudiado por todos los que hemos nacido en este país. Tenemos un defecto los mexicanos: Siempre dividimos a los personajes históricos en "buenos" o "malos". ¡Que visión tan limitada y maniquea! Decía Carlos Romero, mi maestro de preparatoria. También sé que Leticia Hülsz es la mejor correctora de estilo que yo conozco, ¡no se le va una!


Lo que no sabía, en once años de conocerla, es que escribe poesía erótica. La UNAM publicó en 1985 un poemario que se llama ¿Será esto el mar?, en el que ella participa junto con tres autoras más.


¡Pero, Pilar, ya al grano!


Y aquí les va una muestra de su prosa poética:


"Sola ya, despaciosa, me lleno de tus besos. Sonrío ante el espejo, gesto tantas veces repetido. Hay un rubor que me delata. Mi cabello húmedo y castaño se desliza a la par de los caracoles cenizos de tu pelo. Siento tu risa en el cuello, tu respiración al oído, levanto mi rostro para sentirte próximo. Mi suéter huele a tu loción de vándalo.


Me quito las medias y veo mis piernas deformes en el cristal: anchas, largas, abarcando el espacio. El nylon es un mero simulacro del tacto. Mis pechos se yerguen buscando un sol enrojecido, el surco hondo que los separa guarda aún el olor de tu piel.


Estar contigo es algo más que estar contigo, es este estar conmigo, mi suave piel, mi compañía, mi cuerpo otra vez solo reconociendo la distancia de mi ombligo a mi triángulo. Dejo que mi mano cuide la selva. Palpo lo frío de las sábanas en el atardecer ambarino y metálico".


Escrito por Leticia Hülsz Piccone


Lety prometió prestarme algunos poemas eróticos más recientes e intensos. Yo prometo sacar fotos para esta entrada. Por lo pronto pondré una foto de uno de mis árboles preferidos, que tomó y me regaló mi amigo Alejandro Cortés.



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