Fotos, arte, poesía y diarios

miércoles, 13 de noviembre de 2019

¿Niños o adultos chiquitos?




A muchos niños se les llena de exigencias: “Debes sacar en todo 10 de calificación,”. “Debes ser el mejor en tu clase". Los padres exigen que sus hijos sepan leer antes de los 6 años y en la mayoría de los preescolares privados se logra. Los neurocientíficos, con base en estudios muy serios, han determinado que el cerebro de un niño no está capacitado para aprender a leer antes de los 6 años. Claro, habrá algunas excepciones. ¿Qué se hace antes? ¿Cómo abonar el terreno para que cuando sea el momento de iniciar el proceso de lecto-escritura, este sea muy sencillo y rápido? Si trabajamos por preparar el cerebro del niño nutriéndolo con múltiples juegos: muchos de coordinación física en los que se trabaje la psicomotricidad fina y/o gruesa mientras los niños recitan poemas o dicen trabalenguas. Esto estimulará diferentes partes del cerebro. ¿Quién promueve este tipo de ideas? La metodología Waldorff, Tamara Chubarowsky, ella trabaja con rimas y movimiento. A mí me gusta ir más lejos y trabajar con poemas de calidad literaria y divertidos para los niños, además de juegos, danza, canciones.
Otro argumento, los niños en Suecia no asisten a la escuela hasta los 6 años, qué es lo que hacen de los 0 a los 5 años: JUGAR. Suecia es uno de países que tiene los más altos niveles de calidad y efectividad en cuanto a la educación que reciben sus niños y jóvenes. Educación que es gratuita para todos en ese país.
De ningún modo, deseo que desaparezca la educación preescolar, solo pretendo animar a las educadoras a que con sus alumnos jueguen, canten, dancen, reciten poemas, escuchen música, mediten, brinquen, inventen poemas e historias. Sé que esas actividades ya las hacen. Solo resultará muy conveniente que recurran a ellas mucho más veces y en mayor tiempo. No importa si un niño de preescolar escribe muy mal la letra “P” o no se entiende nada cuando escribe su nombre; porque todo es un proceso. De verdad, he escuchado a maestras desesperadas decir a un niño de 5 años que es un fracasado porque no hace bien sus planas. Por último, déjenme decirles que hay estudios en los que se manifiesta que la excelencia académica que un niño o joven pueda tener en la escuela, no determina su éxito en la vida. Es decir, papás, que si ustedes exigen a sus hijos que obtengan“10” de calificación en todo y que además sobresalgan en varias áreas; esta actitud no determinará que su hijo pueda, cuando crezca, obtener un gran trabajo y ganar mucho dinero. Conozco compañeros de la secundaria que eran un desastre. Los maestros les decían frases tan fuertes como “Tú no vas a lograr nada en la vida porque no sabes obedecer ni escuchar y tienes unas pésimas calificaciones”. Estos compañeros, a los que no le he perdido la vista, han triunfado haciendo lo que les gusta; quizá porque no escucharon a sus profesores vaticinando lo peor para ellos. Es muy probable que hayan sido niños súper inteligentes que se aburrían en clase y por eso daban tanta lata. Y lo que sí me queda muy claro que estos adultos felices y exitosos: 1. Creyeron en ellos. 2. Construyeron una sana autoestima. 3. Aprendieron a manejar sus emociones. 4. No le dieron importancia a tantas veces que su sus padres y maestros les dijeron que no iban a lograr nada en la vida. 5. Hacen lo que les gusta, entonces son muy exitosos porque ponen toda su inteligencia, creatividad y pasión en su trabajo. 6. Como les encanta su trabajo, invierten tiempo y dinero en cursos, talleres, libros y dedican mucho tiempo en seguir aprendiendo para continuar brillando en el área en la que han decidido desarrollarse. 7. Y por último ellos CREEN QUE SUS SUEÑOS SON POSIBLES. Esta canción se llama "Nadie", es del grupo de música para niños "Monedita de oro"  y comienza así: "Nadie nació hablando inglés / nadie nació sabiendo hacer galletas / nadie nació montado en bicicleta. / Si estás atorado en algo muy difícil / y de pronto piensas que no puedes más /piensa bien que hay imposibles / date un gran respiro / y vuélvelo a intentar.

domingo, 3 de marzo de 2019

Leerle un poema te llevará un minuto.



Y esto será muy beneficioso para tu hijo(a). Porque estarás estimulando el desarrollo del lenguaje y la imaginación y lo introducirás, de un modo lúdico, al mundo mágico de las palabras. No importa qué edad tengan tus hijos: hay poemas para todas las edades.



Para los más pequeños viene bien este haikú de Gilda Rincón.

“Cual banderines
de colores ondean
los calcetines”

(Y puedes acariciar a tu pequeño (a) con unos calcetines o simplemente haces el vaivén del los calcetines con tus manos)

No olvides jugar, siempre jugar con movimientos y con tu voz. Para niños de 3 a 5 años, viene bien este haikú de Cuca Serratos:

“Cruza el avión
Las nubes de algodón
A pleno sol”.

Hay algunos que sirven para varias edades como este de María de la Luz Uribe, (si son pequeños utiliza un muñeco y que ellos vayan haciendo los movimientos, y si tienen entre 6 y 8 años les encantará aprendérselo.

“Había un inglés
que en un dos por tres
quedaba al revés
arriba los pies.

Así caminaba,
comía y hablaba,
reía y cantaba
feliz como un pez.

Decía: ¿No ves
que todo es como es
vuelto al revés?
Le contesté: “Yes”.

“Tendedero” en Deja un rastro de Luz de Gilda Rincón. Nostra Ediciones.
En hojas de cerezo de Cuca Serratos. Nostra Ediciones.
“ Disparate” de María de la Luz Uribe en una antología llamada Poemas con sol y son. Poesía de América Latina para niños
Está ilustrado por Vicky Ramos y de ella es de quien pongo la ilustración de esta entrada.

viernes, 22 de febrero de 2019

Ahora juguemos al revés


El otro día venía observando a unos hermanos que jugaban a decir las palabras al revés. Uno decía: "casa" el más pequeño contestaba: "asac". La dificultad iba en aumento "panzón", el niño mediano decía: "noznap". Todos veníamos súper divertidos y contagiados de su alegría. Las habilidades se adquieren practicando y después es muy divertido jugar con ellas. Puedes iniciar diciendo al revés palabras de una sola sílaba: "pez" es "zep" o al inicio diciendo al revés las palabras por sílabas: "mesa" es "sema". Es solo ir adquiriendo la habilidad y por supuesto que es poner a trabajar al cerebro: el tuyo y el de tus hijos.

Pídele a tus niños que con ayuda de un papel escriban su nombre al revés. Se me ocurre que ellos sepan que cuando tú los llames por ese nombre sea una señal de que inicia el momento de la broma: nada de lo que se diga o haga será cierto. Se vale todo, menos ser grosero. Imagina que tu hijo se llama Diego, cuando tú le digas Ogeid, podrán darse diálogos un poco chistosos donde lo que importa es desarrollar la imaginación al vuelo y la expresión de tonalidades y emociones por medio de la voz. 
-Mamá, no quiero ir a casa de la bisabuela. (Con voz llorosa)
-Ogeid, sabes que eres el nieto que ella prefiere para que le haga cosquillas en las orejas. (Con voz muy seria)
-Mamá las tiene peludas.
-Ogeid, cuántas veces tengo que decirte que no puedes decir ese secreto de tu bisabuela.

Este tipo de habilidades de inventar cosas al vuelo las vamos adquiriendo en el momento que nos propongamos hacerlo, tengamos 20, 30, 40 o más. Entre más pequeños enseñemos a jugar así a los niños, cada vez serán más ingeniosos los diálogos que se vayan desarrollando. Los actores de teatro a este juego le llaman "improvisación" y hay una regla: Diga lo que diga mi compañero no puedo decir: "Eso no es cierto". Tengo que seguirle el juego, porque de eso se trata, de jugar, de inventar. En este juego es muy importante que en cada frase la mamá o papá siempre repita al revés el nombre del niño.

Pueden jugar en la casa así, pueden jugar en la fila del cine. Es decir pueden jugar para ustedes o para que también se diviertan 
los desconocidos y que vayan pensando: "Ogeid, qué nombre tan raro. ¡una bisabuela que le gusta le hagan cosquillas en sus orejas peludas, qué extraño!

Diviértanse.




sábado, 16 de febrero de 2019

La lectura con los niños y apapacho

Hace algunos meses, un chico de tercero de primaria, me decía orgulloso: "A mí no me gusta leer" y me lo repetía, deseaba que yo reaccionara y le echara un rollo de los beneficios de esta práctica. Yo respete lo que sentía. Y envié un mensaje a su mamá por el celular: "Sra. a su hijo no le gusta leer, pero quizá sí le gusta que le lean. Le aconsejo que instaure en casa "la hora del apapacho y la lectura". Me gustaría que su niño asocie la lectura con momentos en los que su mamá solo los dedica para él y en los cuales hay muestras de cariño, aceptación y conexión entre ustedes. Todo esto puede regalarles la literatura".

Así ellos leyeron "Querido pájaro"de María Baranda. El día de la tertulia del análisis de libro, a la que asisten también los papás, Julián se sentí muy orgulloso de haber leído, por primera vez un libro completo y participaba, incluso descubrió aspectos en las ilustraciones que no estaban en el texto del libro. 



Ahora es el turno de dos niñas que tampoco han leído a lo largo del ciclo escolar, ahora es un libro más extenso: "El cuaderno de Pancha" de Monique Zepeda. He enviado, mensajes a sus respectivas madres para que las acompañen en la lectura, si la niña quiere leer y comentar está bien, si se cansa que la mamá le lea una página. Son solo diez minutos de lunes a viernes que cambiarán la relación de estas madres con sus hijas.

Otra señora, me comentaba: "tengo tres hijos al de 5° grado no le gusta leer, trabajo y me es imposible dedicar 10 minutos diarios a cada hijo". Le dije siéntalos a todos en un lugar cómodo y lee para ellos 10 minutos, que al final los niños opinen. Y que este sea un momento de relajamiento y unión familiar. Todavía no me entero cómo les ha ido a estas tres madres y estoy segura que esta práctica les regalará gran armonía en casa y momentos gratos que sus hijos recordarán toda su vida.

domingo, 3 de febrero de 2019

Manejo de emociones en los niños

Estoy escribiendo una obra teatral por encargo para promover la convivencia sana en escuelas de preescolar. La obra se llama "Juanito y los marcianos" y cuido en no caer en un discurso moralizante.

La agresividad es un instinto nato del ser humano. ¿Cómo aprender a gestionarlo? ¿Cómo impedir que no se convierte en violencia? ¿Que hacer con niños que vienen de familias donde existe la violencia hacia ellos o a uno de sus progenitores?

En fin todas esas preguntas vienen a mi mente y pienso en algunos de los pasos más sencillos para trabajar con nuestras emociones y la de los niños.

1. ¿Qué estoy sintiendo? detectar si es una emoción primaria (alegría, ira, tristeza, miedo) o esta emoción se ha convertido en un sentimiento y es algo que ya pasó por nuestro razonamiento y dura más que una emoción primaria, por ejemplo amor, nostalgia, culpa. Es importante que los niños reconozcan primero las emociones y también los sentimientos. Hay un libro que les recomiendo que es "El emocionario" de Cristina Núñez. V&R Editoras. Si queremos que el niño reconozca que es lo que está sintiendo debemos apoyarlo a adquirir un vocabulario. No es lo mismo decir: "Me siento frustrado" a "te odio".

2. Expresar nuestro sentimiento con palabras: "Me siento emocionada". Me siento furiosa". 
También expresarlo dibujando, con una hoja rayar una emoción profunda como el miedo o la ira o dibujar la tristeza y la alegría.
Aprender a expresarlo con el cuerpo (sin dañar a otros o a uno mismo). Podemos bailar la danza del "apache enojado", dar golpes y patadas de karateca con cuidado de no pegarle a nadie, bailar el jarabe tapatío con mucho zapateo, movernos como orangutanes sin dañar a otros y hacer su voz. También ayuda pegarle a un cojín haciendo ruidos como de monstruo.

3. ¿Cómo arreglo esto? buscar soluciones, alternativas, aceptar la situación. Poder decir: "cuando haces esto... yo me siento ..."

4. Volver a detectar nuestras emociones. Después de todo esto, cómo me siento. ¿Estoy más tranquilo? 

Sé que se dice muy fácil y es un proceso que hay que probarlo con nosotros primero; y luego tratar de que los niños puedan llevarlo a cabo guiados y después que se vuelva una conducta ya asimilada.

Comencé diciendo que "Juanito y los marcianos" no debía convertirse en una clase de manejo de emociones, es una obra de teatro. Aunque los pasos también debemos compartirlos con los papás.

Les dejo una foto de un marciano de mi nueva obra teatral.