Fotos, arte, poesía y diarios

sábado, 5 de marzo de 2011


Hoy conocí al mago Leo

En el metro, he presenciado situaciones que rompen con la cotidianidad. No sólo lo pienso yo. Lo veo en las caras, en las reacciones de la gente. Hoy una plañidera que sin lágrimas, ni de cocodrilo, nos expresó lastimeramente cuánto sufría. Todos guardamos silencio. Después de su arenga, una niña y un señor le dieron sendas monedas. Parecía una mujer en situación de calle, pero llevaba un monedero retacado.


Por otro lado, recuerdo con alegría las diminutas pompas de jabón que a veces llenan los vagones. Puedes adquirir las propias por sólo 5 pesos.


Hoy entró al vagón un mago... Un mago de a de veras. Un hombre delgado, vestido con traje oscuro, con presencia escénica y unos setenta años, quien nos dejó boquiabiertos con su arte. Muchos reconocimos su talento obsequiándole una moneda. Nos dijo, al despedirse, y después de agradecer nuestros aplausos, que disfrutáramos intensamente nuestro día.


Yo no me podía quedar sin saber más sobre él. Me acerqué para felicitarlo. Me dijo que era el Mago Leo, que llevaba 35 años trabajando en el metro y que se siente muy agradecido con la gente; porque vive de hacer lo que más ama: Magia...


Y hoy recordé que, hace muchos, muchos años, platiqué con otro hombre viejo, quien también trabajaba dando distracción de calidad a los usuarios del metro. Le aplaudí tanto que platicó bastante tiempo conmigo. Me dijo que se llamaba Ricardo Garibay; pero, claro, no era el escritor, sino un homónimo. Al despedirse, me regaló una rima popular. Misma que a continuación reproduzco:


"Ángel de oro

arenita de un marqués

desde Francia yo he venido

por un niño portugués



Ésta no la quiero

por fea y pelona

ésta me la llevo

por linda y hermosa"



Ya vieron que ya hay jacarandas y bugambilias.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes dejar tus comentarios