Fotos, arte, poesía y diarios

jueves, 22 de julio de 2010

Una mañana con Alejandra Bernal

Hace unas semanas compartí unas agradables horas con la pintora Alejandra Bernal. Descubrí a una mujer que ama profundamente su trabajo y a su país.


Su más importante influencia fue su padre, quien también fue pintor. A Alejandra, desde muy pequeña, la marcó significativamente el hecho de asistir a las exposiciones pictóricas de su padre.

Ella comenzó a estudiar formalmente pintura con Elisa Chombo Blanco. Y la primera exposicón de Alejandra la hizo con los compañeros que formaban parte de aquel taller. Esto fue en 1998. Desde el 2003 estudia con la maestra Ana María Vargas Velasco, quien la perfecciona en teoría del arte, dibujo con modelo y pintura al óleo.


Aalejandra Bernal ha tenido múltiples exposiciones individuales y también colectivas. Se ha presentado, varias veces, en el Centro Cultural Rafael Solana del Instituto Mexicano del Seguro Social. También, en el Centro Cultural Ágora del Naucalli, parque que tiene su encanto y está en el Estado de México a un costado de las Torres de Satélite.

Hace algunos meses, expuso sus cuadros en el metro Auditorio; ya que le parece una excelente forma de llegar a personas, quienes regularmente no asistirían a una galería o exposición pictórica.




Esta pintora ama el patrimonio cultural y la naturaleza de México. Le encanta ver que la gente reconozca en su obra lugares a los que ha viajado en este país. O bien, que sus pinturas se conviertan en un futuro intinerario para que las personas, que han tenido contacto con sus pinturas, posteriomente deseen conocer en vivo y en directo estos paisajes, pueblos y ciudades.

Alejandra ha viajado por todo el país en busca de inspiración para sus cuadros. También organiza excursiones cerca de la Ciudad de México; ya que es una entusiasta de promover la belleza de nuestro país.

Y para muestra basta un botón, pero en este texto he puesto tres.



También, a veces, pinta por encargo. Como un par de tigres. El primero se arrepintió de haberlo vendido porque la textura del pelaje del animal parecía casi real. El otro tigre se lo vendió a una mujer que le pidió que pareciera que el tigre la viera a los ojos cuando ella entrara a su casa y también cuando ella se moviera.

Si alguien quisiera tener más informes sobre Alejandra Bernal y sus cuadros, por favor de escribir a mi correo yo.sibilina@gmail.com o bien publicar un comentario en este espacio.

Hasta la visa

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