Paseo en el Centro Cultural Universitario
Salí 11:40 de casa, ilusa de mí, pensaba escuchar la Obertura 1812 de Tchaikovsky en la Sala Nezahualcóyotl. Llegué minutos antes de las 12:00, pero las localidades ya estaban agotadas.
Caminé y junto a la fuente estaba el Carro de Comedias, representaban la obra "Las cabecillas" del dramaturgo Hiram Molina. Me divertí mucho, tiene un tema relacionado con el bicentenario de la independencia de México. Era el estreno. Al final, después de que habló Carlos Corona, el director de la puesta en escena, echamos un Goya. Realmente, me emocioné.
Luego me fui al MUAC (Museo Universitario de Arte Contemporáneo), disfruté la exposición de Félix González-Torres (1957-1996). Nunca había visto palpablemente como un artista despierta emociones. Éste señor allá por 1989, en lugar de usar las paredes de las galerías, comenzó a utilizar los pisos y ahí puso sus primeras pilas de papeles. La propuesta no es ecológica, siento decirles, pero si ustedes vieran cómo se emocionaban los niños, jóvenes y adultos, de tomar un pedacito de la obra de arte y llevarse unas nubes a su casa.
También había una montaña de paletas como tipo la Tutsi Pop y todos podíamos comernos un poco de la escultura. Es que si hubieran visto la cara de los niños. No le tomé fotos a esta escultura pero sí a unos dulces en el suelo. Me fascinó ver a tantos adultos tomando fotos entusiasmados. La foto de la derecha es la entrada al lugar.
La gente no sabía qué se estaba llevando y tampoco importaba. Por ejemplo, había un plano rojo con un ribete negro, que llevaba como subtítulo las siglas de la National Rifle Association, una de las instituciones más conservadoras de Estados Unidos, que promueve el derecho a portar armas de fuego para defensa personal. Esto yo lo leí, ya en casa, en un folleto.
Me traje tres carteles. Uno de ellos, muy grande con muchísimas fotos de personas y datos en inglés relacionados con muertes, yo pensé que eran las fotos de los asesinos y morbosamente quería leer la historias. Cuál no sería mi sorpresa cuando vi que eran las fotos, con las edades, de personas que murieron por armas de fuego y venía de manera resumida lo sucedido (desde suicidios, asesinatos y muertes por error) ya no quise leer más.
En el MUAC, tomé un taller en el "Jardín de Academus". Lo impartió el artista multimedia Mauricio Colín. Primero nos puso a dibujar con trazos muy sencillos algo que hubiera llamado nuestra atención en el museo. Luego escribimos una palabra que nos describiera nuestra sensación ante ese objeto y luego hicimos un "Sincróstico". Yo escribí la palabra "Infinito" y mi sincróstico fue "Imagina Nubes Felizmente Irradiando Nuevas Imágenes Tuyas, Orale"
Por último al salir del museo, en la explanada, había danza. Eran los del Proyecto Finisterra de Isabel Romero con el espectáculo "Todo cabe en una maleta, sabiéndolo acomodar". Eso amo de la UNAM, la capacidad que tiene para sorprenderme. Donde menos te lo esperas puede haber una expresión artística en movimiento. Y ya me iba pero unas samuráis con botas de hule venían caminando con toda fuerza en el "espejo de agua" y me quedé a ver el final de la propuesta de Isabel.
La obra de teatro que mencioné, "Los cabecillas", se presentará los domingos a las 11:00 de la mañana junto a la fuente del Centro Cultural Universitario (CCU). Y el espectáculo de danza "Todo cabe en una maleta sabiéndolo acomodar" se presenta sábados y domingos a las doce afuera del MUAC en el CCU.