¿Por qué es tan importante narrar cuentos a preescolares?
Son muchas las bondades de narrarles cuentos a los niños de preescolar, como despertar su imaginación, desarrollar habilidades lingüísticas y entrenar su atención.
Además, me parece de gran importancia el doble objetivo que señala el pedagogo José Quitanal Díaz. Él habla de la implicación del niño y su “recreación”, que se refiere a la capacidad del niño de seguir una secuencia narrativa y de recrearla perfectamente en su mente.
Para lograr esto se debe implicar al niño. Es decir,
que sea parte activa de la narración; ya que Quintanal señala que “un sujeto
pasivo hoy es un futuro no lector, pues de ningún otro modo será capaz de
recrear imaginativamente” las historias en su mente cuando sepa leer.
Para implicar al niño en el acto de contarle un cuento me gusta partir de la propuesta de Louise Rosenblatt con su “Reader Response Theory”, que es una teoría de la literatura centrada en el lector.
Rosenblatt propone que hay dos caminos para abordar los comentarios
al escuchar o leer un texto literario: la respuesta eferente y la estética, y subraya
que debe haber un equilibrio entre ellas, privilegiando la segunda que es la
que promueve el placer por la literatura que permitirá crear lectores de por
vida.
En la aproximación eferente se ve al texto como un receptáculo de información que hay que extraer con preguntas que sólo tienen una respuesta; por ejemplo: qué deseaba lograr el protagonista de la historia; cuántos años tenía y cómo se llamaba su mejor amigo.
La aproximación
estética iría más por la interpretación y pondría al niño a pensar
imaginativamente o relacionar lo escuchado con su propia experiencia. Ejemplos:
por qué crees que el protagonista actuó de esa manera; cuál crees que era la
razón por la que eligió a "fulanito" como su mejor amigo; qué hubieras hecho tú. Estas
preguntas hacen trabajar al cerebro del niño.
A veces estamos solo preocupados por la comprensión lectora. Este aspecto se va a desarrollar por sí solo en la medida de que el niño esté expuesto a narraciones de cuentos y a escucharlos también leídos.
Entonces, no resulta necesario solo hacer énfasis en el contenido; sino
que hay que ir más lejos con preguntas que provoquen la reflexión de los niños;
el uso de su imaginación y que hagan relacionar su experiencia con el cuento
que se les ha compartido. Esta forma de abordar los comentarios después o
durante la narración o lectura de un cuento resulta mucho más divertida y reta
el cerebro del niño a ser un sujeto activo al analizar e interpretar una
historia.
A mí me gusta mucho también hacer a
los niños parte de la narración invitándoles a moverse, a convertise en
personajes. Te muestro un ejemplo de una narración mía del cuento de “Fergal en
apuros” de Robert Starling. Podrás ver en acción a los niños y a mí por el minuto
07:22:
Estas propuestas te serán muy útiles para hacer que los niños disfruten mucho con la narración de cuentos.
Bibliografía:
José Quitanal Díaz. “La lectura:
proceso de enseñanza y aprendizaje” en Lectoescritura
fundamentos y estrategias didácticas. Lebrero Baena Ma. Paz, Fernández
Pérez Ma. Dolores (Coords). Editorial Síntesis, Madrid.
Louise Rosenblatt. Literature as Exploration. The Modern Language Association. New York.