Ayer caminando por el Parque México de la colonia Condesa en la Ciudad de México, me encontré con Jaime Zurita. Él es un hombre que talla madera con ramas de árboles de aguacate y naranjo y hace bellas figuras con esto.
Me dijo que aprendió la técnica con un indio cheroki en Estados Unidos y que también había tenido un maestro en Veracruz, que es el estado donde nació. Y que todo lo que yo estaba viendo era resultado de su creatividad, perfeccionamiento de la técnica aprendida y el d
eseo de buscar nuevos caminos.Me comentaba que pide permiso a los dueños de los árboles y poda sus ramas. Así es como obtiene su material de trabajo.
Me platicó que viaja mucho para vender sus productos en lugares turísticos, mencionó algunas playas; y que, a veces, se pone cerca de hoteles importantes, donde los turistas gustan adquirir sus productos. También visita universidades.
La verdad es que yo estaba feliz escuchándolo. Habló de su pasión por trabajar la madera. Descubrí en sus ojos la alegría que sentía por su trabajo. Me encantó conocer a un ser que ama lo que hace y además le va bien.
Jaime Z. me pareció un hombre que ha encontrado su lugar en el mundo; y que ama los jilgueros, palomas y búhos que talla en madera; que vive con gozo y paz, y que además regala una plática amena, si tienes la oportunidad de encontrártelo y hablar con él.
Después fui a comer pescado y verduras, y una crepa de cajeta, comida que me invitó Manuel por mi precumpleaños.
